martes, 27 de noviembre de 2007

Con el pueblo, pero mejor sin él.

Ahora les ha dado a las autoridades municipales por utilizar a la vencidad como empleados de plantilla, pero sin estar en ella y sin pagarles. Bueno, esta es una interpretación de eso que ahora quieren llevar adelante algunos concejales del partido gobernante, se supone que con el visto bueno del boss, que en este caso no es el cantante sino el alcalde. Me refiero a que los propios vecinos hagan de inspectores de diferentes cuestiones que afectan a sus barrios y luego informen de ello en su consejo de distrito para que se solucione,o cuando menos para que esté informado el Ayto. de la anomalía en cuestión.

Supongo que esa será la interpretación de la democracia participativa del partido politico que propone esta medida, pero en realidad no es sino aprovecharse de la bondad y buena intención de la ciudadanía mientras otros están mirando. No en vano la mayor reconversión, que no aumento, de la plantilla municipal que ha habido a lo largo de los últimos años, corresponde a la de inspectores. Si hay que reconvertir algún servicio subcontratado se hace a vigilancia o a inspección. Hay inspectores para todo: para alumbrado, para saneamiento, para aguas, para vialidad, para obras, para anomalías de distrito, de animales, de recintos, de comidas, de instalaciones de aire acondicionado,..... Prácticamente nada se queda sin inspeccionar. De hecho la última noticia a este respecto fue la del nuevo equipo de inspectores de distrito que deben patearase las calles a la búsqueda y captura de anomalías propias de las rutas que recorren, así como de las que los vecinos puedan conocer. Este nuevo servicio fue presentado, como casi todos, a bombo y platillo como una de las formas de acercarse a la ciudadanía y los barrios para recopilar y solucionar problemas.


Pues parece que pronto se han olvidado del tema. Aquí algo falla; o los inspectores no llegan a todo, o no es suficiente marrón para el Ayto. toda la información que les aportan sus propios trabajadores, o sencillamente es otra operación de imagen preelectoral, que no debemos olvidar que la elecciones, de cualquier tipo, no empiezan un mes antes, no, sino un año. Que no nos enteramos.
Pero es que esta idea ya viene de muy lejos, porque precisamente la descentralización ciudadana se hizo para acercar el Ayto. a los barrios y conseguir sus aportaciones, entre otros objetivos. Es decir, esto que se propone ahora es muy viejo, pero como la gente ya no se acuerda de ello, pues lo volvemos a proponer, que queda bien ante la plebe. Pero que tenga en cuenta la gente lisa y llana que todo aquello que se proponga pero no sea rentable en votos, no tendrá el mismo tratamiento que aquello que suponga un avance en las ganancias políticas del partido gobernante de turno. Esto se traduce, más o menos, en lo siguiente: tú deja el sobre que yo ya haré lo crea conveniente. Pueda que lo haga hoy o puede que lo haga cuando me venga bien a mi. Lo de menos es cuándo te viene bien a tí, aunque sea algo urgente bajo tu punto de vista, claro.

Los políticos miden muy bien el "tempo" de sus actuaciones. Si nos fijamos un poco veremos cómo a partir de las siguientes elecciones habrá varios años en que no se hará nada, o sólo lo imprescindible, para notar de repente que algo va a pasar porque toda la ciudad se ha puesto patas arriba sin apenas darnos cuenta. Si eso es así, se acerca algún período electoral a año siguiente. Seguro.

La participación que proponen desde el Ayto. es un poco falsa. De hecho, aprovechando la ley europea de las grandes ciudades, todas las presidencias de los Consejos de Distrito están copadas por el mismo partido, lo que provocó la airada pero inútil protesta de alguno de la oposición, que dominaba ciertas zonas periféricas de la ciudad, pero que gracias a ser europeos, como tanto les gusta recordar a ambos bandos, pues uno de ellos se ha quedado con todo y les responde a los otros con una sencilla y contundente frase "haced vosotros los mismo en vuestras ciudades de España". Muy participativo, si señor, muy participativo.

Las mismas asociaciones que dinamizan los barrios tiene voz pero no tienen voto en estos Consejos de Distrito. Pues vaya negocio: organizan fiestas, eventos, cursos, charlas, forums, concursos y otras actuaciones diversas para que el barrio participe, y cuando hay que tomar decisiones en el Consejo de Distrito, que es donde se cuece el bacalao, a la puñetera calle. Muy participativo,oye, muy participativo.

Bueno, pues a ver cuánto tiempo le dura esta aventura al consistorio. Seguro que más de una propuesta no es nada agradable de leer, sobre todo porque más que propuesta será airada y sonada protesta. Yo voy a hacer una que seguro que le gusta al concejal delegado, y no va de cachondeo ni de nada de eso, porque es la típica cosilla que a los turistas les gusta y al Ayto. se le hace pepsicola salva sea la parte, cuando ve que los foráneos la tienen en cuenta. Un mirador detrás de la Basílica de Begoña en la calle San Isidro, en una zona ajardinada detrás de la bilbaina iglesia. Desde ahí se ve Bilbao de un vistazo y está ubicada en el Camino de Santiago, que tanto éxito ha tenido este último año. Es una buena llegada para los jacobeos que de un vistazo se ubican y ven de paso la basílica orientadora junto a la cual deberán pasar al día siguiente. Y además vale tanto para los que van andando como para los que visitan Bilbao y utilizan el transporte urbano. Ahora sólo se utiliza para mear, tanto personas como perros, pero si se hiciera un mirador, seguro que se utilizaría por las buenas vistas que hay desde allí. A ver si hay lo que tiene que haber y se tiene en cuenta esta idea. Ahora, o cuando le venga bien al partido de turno, claro.