Un conocido me regala un katilu con propaganda de la Agenda 21 que no sé lo que es. Le pregunto a este señor de dónde la ha sacado y de qué hace publicidad, pero sólo me dice que la han distribuido por las cestas de navidad que han repartido a los sufridos funcionarios del Ayto. de Bilbao, que es de donde le ha llegado a él. Del contenido de la cesta no quiere ni hablar, pues le han dicho que es cutre al 100%, aunque eso sí, todos se la llevan y nadie deja ni las migajas, o sea que una de dos, o no es tan mala, o el funcionariado municipal coge lo que le pongan delante aunque luego no lo utilice.
De la Agenda 21 no sabe darme razón porque la ha oído mencionar muchas veces pero lo único que ha visto es propaganda, pero nada más. Lo cierto es que si nos ponemos a pensar a todos nos pasa lo mismo porque acciones concretas, lo que se dice, no parece que se hagan mucho desde esta, no sabría cómo denominarla, ¿instancia?, ¿asociación?, ¿idea?, ¿intención?, ¿proyecto?, ¿promoción?. En fin, lo que sea.
Bueno, puestos así busco por Internet algo al respecto y me encuentro con la página oficial de la Agenda 21 de Bilbo, en la que a la pregunta qué es la agenda 21, responde el enlace correspondiente con una chapa tal que cuando acabas de leerla, te das cuenta de que no ha respondido a la pregunta, y por tanto sigo sin saber qué tipo de asociación, suponiendo que lo sea, proyecto, suponiendo que lo tenga, o vete tú a saber qué puede ser en concreto la Agenda 21 ésta. Llego al final a la conclusión de que es una especie de declaración de intenciones que no vincula a nada ni a nadie a la hora de llevar a cabo algunas de las cuestiones que se plantean en la web leída, pero nada más, salvo que parece que alguien se dedica a publicar folletos, y regalar objetos con el anagrama de la Agenda 21, y al parecer eso debe ser signo de sostenibilidad, que es uno de los argumentos que parece defiende esta idea, propuesta o lo que sea.
Pues en Bilbao lo tienen jodido eso de preconizar la sostenibilidad, porque cada día que pasa somos más gastones, y pasamos de muchas cosas que podrían ayudar a fomentar la sostenibilidad de esta ciudad, empezando por el ejemplo que deberían dar las propias instituciones, que no lo dan ni hartos de vino, y por la propia Agenda 21, porque puestos a ello miro una y otra vez el katilu regalado y no veo síntoma alguno de que sea un objeto hecho, por decirlo de alguna forma, con un mínimo de sostenibilidad. Lo cierto es que parece un objeto normal y corriente, tirando a malo, hecho por un proceso normal y corriente, es decir, que a quien lo ha fabricado da la impresión de que eso de la sostenibilidad se la ha traído al pairo. A lo mejor me equivoco y lo ha hecho un africano o un asiático con mucho cariño y empeño y con materiales naturales al 100%, pero a primera vista, me da la impresión de que de eso, nada de nada. Da la sensación de que lo han hecho en algún taller de Rekalde, Olaveaga o cualquier barrio bilbaíno de esos en los que apenas quedan ya un poco industria mal sobreviviendo.
Repaso otra vez la web de la Agenda 21 y en su apartado de actividades, que es el que me interesa a mi para saber a qué se dedica en concreto este ente o lo que sea, me dice que en breve informarán de nuevas citas. Joder, pues al final me voy a quedar con las ganas de conocer una sola iniciativa concreta que haya promovido esta famosa Agenda. Nada, que al final tendré que estar más atento a lo que dice la Agenda 21 cuando aparezca en la prensa, porque el resto de documentos de la web dicen lo mismo que la propia página, y no definen con precisión qué es en concreto esta famosa pero fantasmagórica ¿iniciativa, idea, proyecto........? Bueno, una cosa positiva sí que he podido sacar de todo esto, porque ahora el café de la mañana me lo tomo en el famoso katilu, cuya capacidad es la justa para mi gusto. El café no sabe ni mejor ni peor, y lo único que me fastidia es que cada vez que miro el anagrama, muy visible por cierto, me hago la misma pregunta ¿qué será esto de la Agenda 21?
De la Agenda 21 no sabe darme razón porque la ha oído mencionar muchas veces pero lo único que ha visto es propaganda, pero nada más. Lo cierto es que si nos ponemos a pensar a todos nos pasa lo mismo porque acciones concretas, lo que se dice, no parece que se hagan mucho desde esta, no sabría cómo denominarla, ¿instancia?, ¿asociación?, ¿idea?, ¿intención?, ¿proyecto?, ¿promoción?. En fin, lo que sea.
Bueno, puestos así busco por Internet algo al respecto y me encuentro con la página oficial de la Agenda 21 de Bilbo, en la que a la pregunta qué es la agenda 21, responde el enlace correspondiente con una chapa tal que cuando acabas de leerla, te das cuenta de que no ha respondido a la pregunta, y por tanto sigo sin saber qué tipo de asociación, suponiendo que lo sea, proyecto, suponiendo que lo tenga, o vete tú a saber qué puede ser en concreto la Agenda 21 ésta. Llego al final a la conclusión de que es una especie de declaración de intenciones que no vincula a nada ni a nadie a la hora de llevar a cabo algunas de las cuestiones que se plantean en la web leída, pero nada más, salvo que parece que alguien se dedica a publicar folletos, y regalar objetos con el anagrama de la Agenda 21, y al parecer eso debe ser signo de sostenibilidad, que es uno de los argumentos que parece defiende esta idea, propuesta o lo que sea.
Pues en Bilbao lo tienen jodido eso de preconizar la sostenibilidad, porque cada día que pasa somos más gastones, y pasamos de muchas cosas que podrían ayudar a fomentar la sostenibilidad de esta ciudad, empezando por el ejemplo que deberían dar las propias instituciones, que no lo dan ni hartos de vino, y por la propia Agenda 21, porque puestos a ello miro una y otra vez el katilu regalado y no veo síntoma alguno de que sea un objeto hecho, por decirlo de alguna forma, con un mínimo de sostenibilidad. Lo cierto es que parece un objeto normal y corriente, tirando a malo, hecho por un proceso normal y corriente, es decir, que a quien lo ha fabricado da la impresión de que eso de la sostenibilidad se la ha traído al pairo. A lo mejor me equivoco y lo ha hecho un africano o un asiático con mucho cariño y empeño y con materiales naturales al 100%, pero a primera vista, me da la impresión de que de eso, nada de nada. Da la sensación de que lo han hecho en algún taller de Rekalde, Olaveaga o cualquier barrio bilbaíno de esos en los que apenas quedan ya un poco industria mal sobreviviendo.
Repaso otra vez la web de la Agenda 21 y en su apartado de actividades, que es el que me interesa a mi para saber a qué se dedica en concreto este ente o lo que sea, me dice que en breve informarán de nuevas citas. Joder, pues al final me voy a quedar con las ganas de conocer una sola iniciativa concreta que haya promovido esta famosa Agenda. Nada, que al final tendré que estar más atento a lo que dice la Agenda 21 cuando aparezca en la prensa, porque el resto de documentos de la web dicen lo mismo que la propia página, y no definen con precisión qué es en concreto esta famosa pero fantasmagórica ¿iniciativa, idea, proyecto........? Bueno, una cosa positiva sí que he podido sacar de todo esto, porque ahora el café de la mañana me lo tomo en el famoso katilu, cuya capacidad es la justa para mi gusto. El café no sabe ni mejor ni peor, y lo único que me fastidia es que cada vez que miro el anagrama, muy visible por cierto, me hago la misma pregunta ¿qué será esto de la Agenda 21?